Paso 1: En una sartén pon un poco de aceite y saltea los ajos hasta que estén doraditos.
Paso 2: Añade el tomate y lo cocínalo a fuego lento hasta que esté totalmente hecho
Paso 3: Añade a la sartén la rodaja de provolone, sazónalo con la pimienta y el orégano y añádele el jamón y un chorrito de aceite.
Paso 4: Pon una tapa a la satén y déjalo a fuego lento hasta que se funda el queso por completo.
Paso 5: Preséntalo a poder ser en una fuente de barro para que conserve el calor el máximo de tiempo y así se conservará más tiempo fundido mientras lo coméis.
Para comer este plato es ideal hacerlo con crostinis, esta misma semana publicaré la receta, sino puedes comerlo con pan , tostadas o como prefieras.
Espero que os guste la receta!!